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martes, 13 de agosto de 2013

La piraña que muerde más fuerte que un Tiranosaurio




En Biología se utilizan muchas veces los “récords” de ciertas especies para entender mejor y poder explicar ciertas características de los animales. Qué animales son más rápidos, cuáles los más fuertes, o los más pesado, de cuáles hay más en el planeta... El último ejemplo es el premio al pez con la mordedura más potente, que en este caso comparten dos especies: la piraña negra (Serrasalmus rhombeus) y la extinta piraña gigante (Megapiranha paranensis).
Hay dos factores importantes a tener en cuenta cuando se habla de estos récords. Por una parte, cómo se hacen las comparaciones. En este caso, lo que se ha hecho es calcular la fuerza de la mordedura en función del tamaño del animal. Evidentemente, un animal más grande tendrá más potencia de mordedura. Pero estas dos especies son capaces de imprimir una fuerza con sus mandíbulas más de 30 veces superior a su propio peso.

La segunda consideración es con quién se compara. Para realizar el artículo los datos empleados eran de peces. Pero esto no hace que el récord sea menor, ya que entre los competidores están todas las especies de tiburón, incluida una extinta que se depredaba sobre ballenas, y los placodermos devónicos, el equivalente en peces a los grandes dinosaurios.
Y aunque no se hayan usado los datos para la publicación, los investigadores han comparado la mordedura de la piraña con la de algunos dinosaurios. Teniendo en cuenta lo difícil que resulta comparar animales tan distintos, unos terrestres y los otros acuáticos, siguen ganando las pirañas. Incluso el más famoso de los grandes dinosaurios depredadores, el Tyrannosaurus rex, imprimía menos fuerza en sus mordiscos.
Este estudio aporta datos muy interesantes sobre la biología y la forma de vida de las pirañas. Desde hace tiempo se sabe que estos animales son voraces depredadores, pero aún no había datos sobre cómo cazaban, ni cómo o por qué habían evolucionado de la manera en que lo habían hecho.
El secreto de la potencia del mordisco de estos peces se encuentra en dos lugares. Por una parte en la mandíbula, que tiene una estructura y un ángulo que maximizan la fuerza. Pero sobre todo está en la musculatura que acompaña a estos huesos, que no tiene comparación en ningún otro animal.

Hay otra conclusión que se puede obtener de los datos. Y es algo que quedaba pendiente de explicarse desde hace mucho tiempo. Las pirañas son capaces de depredar sobre animales mucho más grandes que ellas. De hecho, sus presas son tan grandes que no deberían poder atacarlas. Según la teoría biológica, los animales cazadores tienen un límite de tamaño de sus presas. Cuando sus víctimas son demasiado grandes, corren mucho peligro y no les merece la pena.
Sin embargo, las pirañas cazan animales por encima de ese límite teórico. Y lo consiguen gracias a la potencia de su mordedura, y a la velocidad con la que lo hacen. Gracias a estos dos factores son capaces de arrancar partes importantes de sus presas con un único y veloz ataque, minimizando los riesgos.
De hecho, durante gran parte de su vida se alimentan de las aletas de otros peces y de extremidades de animales acuáticos. Esto también sirve para explicar por qué necesitan una mandíbula tan potente, para poder cercenar los huesos de las extremidades de manera completa y alejarse antes de que sus víctimas puedan reaccionar.

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